Un hasta pronto en Japoñol...
¿Listos para leerme? Aclaro, tomen asiento y de antemano, millones de gracias por su atención.
Cuernavaca, Morelos… estancia de una oficina educativa en la que estoy sentado esperando a que me asignen un grupo de alumnos que serán los últimos que tenga antes de partir…
Lunes, 17 de septiembre, 09:35 horas.
A todos y todas:
Antes que otra cosa, les aseguro que llevo varias semanas teniendo varado la creación de este mensaje (la razón: no sé cómo escribirles), sin embargo, ya no es posible posponerlo porque me vienen días más que cargados y millones de actividades y ustedes se merecen la mayor de mis atenciones, así que aprovecho esta burocracia y me tomo mi tiempo como ustedes se merecen.
Ustedes me conocen, no es fácil tenerme de amigo, se necesita eterna paciencia y tener respuestas a mis constantes cuestiones, sobre todo porque soy un exagerado de lo peor: exijo mucho de mí y de los demás.
Hoy me encuentro en una etapa maravillosa de mi vida, momentos que he venido deseando por mucho tiempo. Ustedes, al igual que yo, saben que hay decisiones muy complejas y que no existen libros ni seminarios que te expliquen cómo afrontar las consecuencias de tus actos y tus palabras.
Desde siempre supe mi vocación: me hice maestro por convicción y me desempeño con mucho orgullo y satisfacción… he seguido el bendito ejemplo de mis padres y procuro a diario engrandecer el trabajo de toda la vida que mi madre me heredó. He llegado a un momento en que necesito nuevos retos y aires que respirar, me siento inconforme con tantas incongruencias de un sistema que no termino de entender: no tolero la injusticia, el desorden, la apatía y la mentira de muchos de mis colegas maestros… no nací para estar rodeado de gente corrupta y que sólo engañen a tanta parte de la sociedad que intenta creer en la educación mexicana. Ustedes disculpen tanta queja, es que me apasiono y digo cosas que no, es más ¡hagamos revolución!
Iré a buscar respuestas (espero hallarlas) y espero los japoneses sean distintos, en caso contrario y darme cuenta que acá como allá es lo mismo, pues estaré aplicando para la beca de irme a vivir a Saturno o a Urano, en esos planetas me han dicho no hay tanta maldad (risas)
Amo mi país, mi gente, mi entorno y sobre todo, amo lo que he construido… tengo muchos sueños y objetivos a cumplir… espero lograrlos.
Los voy a extrañar mucho, sé que durante este tiempo pasarán muchas cosas y no estaré con ustedes, pero no dejen de escribirme, ni crean que se desharán de mí fácilmente. Reconozco que de varios no he podido despedirme personalmente, pero les tengo muy presente en mi corazón y ya verán que a mi retorno haremos pachangón loco.
Mis amigos becarios (manchados voraces), mis amigos y colegas, mis amigos prepos, alumnos y exalumnos, mis amigos de las diferentes etapas… a todos les llevo conmigo.
Gracias por tanto: su confianza, su tiempo, su cariño y sobre todo, por dedicarme en algún momento sus palabras de aliento, su risa, sus lágrimas, sus regaños, en fin, gracias por darme su amistad.
Me siento fuerte, ilusionado y sobre todo, esperanzado en cumplir satisfactoriamente mi misión.
El tiempo vuela, nos veremos pronto y de verdad, sigan adelante, confío en ustedes para todo y ya saben… en Japón tienen a un amigo que les recuerda y les espera para cuando gusten visitarle.
Mi odisea inicia el martes 2 de octubre (que no se olvidara jamás) a las 10:15 horas en que será mi vuelo rumbo a Tokio…
La dirección en donde estaré radicando es la siguiente, para que si se gustan lanzar para allá, pues le caigan:
HIROSHIMA UNIVERSITY INTERNATIONAL HOUSE
ROOM A-908
2-457 KAGAMIYAMA HIGASHI-HIROSHIMA CITY
POSTAL CODE 739-0046
JAPAN
Sigan compartiendo su luz y nunca pierdan su estrella.
Tomodachi: ashita ga aru… domo arigato gozaimasu (Amigos: habrá un mañana… muchas gracias).
Con tanto cariño…
CARLOS SIERRA
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