Hoy a la "n" potencia!

Y si...

Hoy aprendí a darme cuenta que sí puedo si realmente me aplico... que a pesar de tantas y tantas cosas que malviajan en mi cerebro... también puedo producir cosas de utilidad para los demás.

Hoy fui conferencista. Mi exposición causó impacto y furor -que yo ya esperaba- entre la audiencia. No era para menos: rompí los prototipos establecidos por las normas japonesas, pero considero que eso fue lo que hizo la diferencia.

Hoy no tuve miedo, volví a la etapa que tanta falta me hacía: la de tener nervios y de senrirme lleno de vida, de ilusiones, de esperanzas, de querer ser mejor que ayer y prepararme para el futuro... porque sé que la vida tiene tantas cosas reservadas.

Hoy hablé con mi hermano, vi una foto de Danielito siendo cargado por los progenitores de mis días en una imagen que me hizo sentir muy fuerte, muy grande y sobre todo, muy afortunado del tesoro más preciado que Dios me ha dado: mi familia.

Hoy he traducido a una lengua que ya es casi mía, un texto importante para mi ídolo número 5... y creo que lo he hecho bien! qué no?

Hoy leí un correo electrónico que jamás esperé: mis sobrinitos han tecleado un mensaje para su tío Carlitos diciéndome que me extranan y que quieren verme... Condenados escuincles!

Hoy comí ese pancito, atolito, fruta, frijolitos, dulcesitos y demás que puse en mi ofrendita mexicana dedicada a todos los mexicanos... (Sí, un mexicano en Japón montó su ofrenda de Día de Muertos).

Hoy he visto cientos de estrellas en el camino diario de vuelta a casa, he escuchado un grillo, he escrito un cuentito, he tomado entre mis manos unas hojas de momiji, he cantado una rola que no escuchaba en décadas y lo más increíble: he hablado libremente conmigo mismo.

Hoy soy mucho más que ayer.

Hoy vuelvo a sentir.

Hoy deseo, anhelo simplemente... volver a volar!