noviembre 21, 2008

Querido Sensei...

Mi querido maestro, mi colega:
Sí... toda fecha se cumple, todo día se llega y cuesta más cuando es necesario tomar decisiones de vida.
Hoy he tomado una de esas decisiones, que espero, más adelante no me pese. Sin embargo, Sensei, en su expresión, en su mirada, en sus palabras me hizo sentir más que su alumno, un amigo. Todavía siento mis manos temblorosas y mi voz se entrecorta porque no pensé que tan rápido se cumpliría la fecha establecida.
El tiempo no vuela, sólo aparece de repente ante los ojos de los que lo miran.
Y es que desde abril pasado usted me puso en una encrucijada. Y hoy, hoy se ha cumplido el plazo. Ante mi respuesta lo vi triste. Pensativo. Usted reaccionó y su justificación posterior fue muy sabia. Su forma de expresarse hacia mí me llenaron de fe, de esperanza y de más anhelos que nunca.
Me sentí todavía más fuerte y le respondo.
Claro que iré a buscar más metas.
Dicho está que soy maestro porque así lo decidí. Vocación que está más intacta que nunca.
Por supuesto que México tiene mucho que darme y yo a mi patria. Al ocurrir lo augurado, se lo haré saber... promesa hecha!
Es evidente que aunque usted no sabrá lo que estoy escribiendo en este medio, quienes me lean conocerán que fui afortunadísimo entre los afortunados, ya que tuve como mi asesor en esta aventura, a un gran maestro de vida.
Más tarde, al salir de mi laboratorio, sólo he caminado como de costumbre y he pensado en mil cosas durante mi regreso a casa. Nada sencillo. Mi cerebro es un mar de incógnitas.
En ese andar, la fría estación me congeló todo, menos mis células del agradecimiento. Durante el trayecto a casa, vi abajo de un gran árbol unas perfectas hojas de momiji, las levanté. Ya las he puesto a disecar dentro de mi libro de cabecera, mismo que le dejaré a usted antes de que emprenda el retorno a casa.
Hoy nació una gran amistad... hoy vuelvo a respirar otro aire. Gracias por tanto mi querido sensei.
El mexicano que ya no está tan perdido en Japón.
CARLOS SIERRA

P.D. Y bien, que siga lo que siga. Alegría, alegría!!!
Hoy recuerdo lo que escribí: A qué le tiras mexicano cuando suenas con Japón. Ufff!
心から 本当にどうもありがとうございました 言いたいです!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inche Carlos, nomá vine a decirte que está rete interesante el chisme aquí y a marcar el territorio con chis ja ja ja. Te mando un abrazo jijoela, ya mero te regresas y quiero mi fayuca eh. ¡Un abrazo!