enero 18, 2009

Mi diario...


Hola por estos rumbos... Ayer estaba reorganizando mi habitación y me encontré con mi cuaderno "DIARIO" que solía llevar cuando recién empecé mi aventura por estas tierras orientales. Me volví a sumergir leyendo en todo lo que escribía y no es por nada, pero es cierto que se cambia, se evoluciona, se transforma, simplemente... se vive la vida diariamente y paso a paso...
La foto mostrada ha sido tomada recientemente... no soy el mismo, el de entonces. Me veo diferente y no sólo porque mi cabello haya crecido, sino porque yo mismo me he sorprendido haciendo y diciendo lo que jamás me imaginé antes. ¡Qué vida ésta que vivo, por Dios!
Aclaro. Hoy, ese diario no lo he seguido escribiendo, dejé de poner mis letras ahí un día de abril. ¿La razón? no la sé... sólo recuerdo que dejé de hacerlo, así nada más. Quedé sorprendido cuando me encontré con el mensaje que escribí con fecha 17 de enero de 2008. A continuación lo transcribo completito. Ni yo mismo sé qué decir al respecto.

********************
"...Y sí, poso mis ojos entre el silencio y la calma... mis dedos señalan un punto en el horizonte que sé, no tiene más que montañas entre las cuales quisiera perderme.
Eso de ver sólo mi propia oscuridad me ha hecho empezar a renacer ante la pureza de este tapiz blanco llamado nieve. Aquí y sólo aquí enterraré todo lo pasado... dejaré que todos mis ayeres salgan a relucir para que se encuentre ese hombre que nunca he podido observar en mí.
Sólo sé que dentro de un tiempo similar a este de hoy, me estaré viendo envuelto en una nueva envestidura.
Así sea."
**********************

Hoy hace un año y un día que escribí ese fragmento que acabas de leer. Nada sencillo, nada fácil ese mi inicio del 2008... Después de que he reabierto ese diario que solía escribir en aquél entonces y me encontré con ese párrafo. Justo hace 12 meses estaba nevando. Hoy no ocurre así. Todavía no hay tal nieve. Al contrario, es tan bullicioso, tan a prisa, tan distinto... no sé... nada es igual. Ni yo mismo. Se ha cumplido mi último enunciado en su gran mayoría. Puedo verme en una envestidura que todavía no termino de definir, pero que sé, la siento muy mía y de la que no quiero despojarme jamás. Y sí, que así siga siendo.

CARLOS SIERRA...

1 comentario:

Martín Olvera dijo...

Profesor...


Retome el diario. Algún día quisiera leer todo lo que usted hizo por allá... me da emoción-gusto que esté contento. Y qué bueno que disfrute todo. Le deseo lo mejor en este año.

Y esa estatua está bellísima. Al menos hubiera sonreído.


Ciao!