Otro año ha llegado a mi calendario personal...
Tiene mucho más significado que en años anteriores. Hoy curiosamente desperté y recordé cuando cumplí 10 años. La ocasión la tengo tengo en mi mente perfectamente porque ese día me dije que ya no escribiría mi edad con un sólo dígito, sino ya empezarían 2 a partir de entonces... y lo que falta...
Así como ése, tengo muchos más recuerdos. Mi piñata de cuando cumplí 5, la reunión con amigos cuando cumplí 13; la fiesta familiar de cuando cumplí 15... mis 18 en que ya estaba cursando las carreras. Mi llegada a los 20 representó la terminación de mi carrera y una serie de compromisos que implicaban mayor responsabilidad.
Cada año ha sido de mayor seriedad, respeto a mi trabajo, mi familia, amigos y sobre todo, a mi caminar por esta vida.
A veces, cuando volteo a ver esos momentos, esas imágenes y esas fechas, sí quisiera retornar... pero ¿acaso se puede? En ocasiones también, no se está permitido tantas cosas que de niño se pueden tener: las piñatas, los payasos, los dulces... ¿Por qué aumentar en edad te va quitando ese tipo de momentos? ¿Por qué no simplemente nos damos permisos para disfrutar sin importar todos los prejuicios? Estoy casi seguro que todos tenemos muchas ganas de brincar, de mojarnos, de ensuciarnos y retornar a esos años de antaño... pero, hoy, nuestros días deberían tener mucho de lo que hemos acumulado sin alejarnos de nuestros sueños y aspiraciones.
Hace 3 años, por ejemplo, yo estaba en Hiroshima partiendo un pastel delicioso acompañado de grandes amigos, todos nuevos... Hicieron un gran poster que tengo conmigo y jamás olvidaré...
2 años atrás, fue mi despedida de mi Japón... los grandes amigos-familia estaban diciéndome "hasta pronto" con un toque de nostalgia y de igual manera, yo esperaba el retorno a casa, con mi gente... mi vida previa.
Sin embargo, el año pasado, estaba brindando con mi papá, suplicando a Dios que no se lo llevara todavía... y me lo concedió, se fue al cielo 3 días después. Hubo mariachis, comida deliciosa, mis sobrinos, mis primos, cuñadas, mis hermanos, y por supuesto, mi mamita. ¡Qué recuerdos tan tristes y a la vez tan dulces...!
Por eso hoy, hoy estoy simplemente convencido de que quiero vivir al máximo cada día de mi vida por lo que me queda... llorar cuando lo necesite y carcajearme cuantas veces sea necesario.
Hoy es un año más en mi calndario personal y me estoy permitiendo sentirlo al máximo... ¡Ya llevo 6 pasteles y los que faltan, jeje! Soy un hombre muy bendecido al tener todo lo que tengo...
Veo que he hecho lo que me ha convencido y ya no hay más miedos... sólo FE.
Hoy, no importa cuántos años tengo, sino la gente que está a mi lado -cerca o lejos- y me hacen sentir feliz a cada instante...
¡Simplemente, los amo y pido a Dios por ustedes!
Hoy soy más fuerte y sigo teniendo la misma risa de cuando tenía 10 años... no cambio por nada... jejeje.
Y sí, sí, sí... lo sé ¡cómo doy molestias, pero así soy yo! Por eso... y nada más: Gracias DIOS, gracias PÁ, gracias TODOS.
¡Feliz descumpleaños CARLOS!
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